(“OTR“/EUROPA PRESS, miércoles 7 de agosto 2013)
Este Gobierno quiere cerrar flecos de manera urgente y eso abarca desde liquidar el conflicto de Gibraltar en quince días a desmontar los chiringuitos de la economía sumergida. La consigna es no relajarse que estamos en agosto y leña al inglés hasta que se aprenda el catecismo, ¡Y al defraudador también! La economía en B, (de Bárcenas), es uno de los motores de nuestro PIB, gracias al parche y al chanchullo de facturar sin IVA vamos tirando porque no todo el mundo tiene un paraíso fiscal a mano. Lo de Gibraltar creo que lo resuelve Margallo antes de que empiece la Operación Retorno, se van a enterar; y en cuanto a la lucha contra el fraude fiscal lo mas llamativo es haber inventado la llamada “denuncia anónima”, una gran idea del incansable laboratorio de talentos de Cristóbal Montoro.
Somos un país de husmeadores federados que por afición metemos las narices para cotillear lo que podemos pero siempre sin perder esa inocencia del vecino sorprendido al que cuando entrevistan en la tele después de un crimen jura que no ha visto nada porque él solo se ocupa de lo suyo. Basado en un carácter delator, anónimo, vengativo y cabroncete se van a ver casos muy singulares en la ventanilla secreta, ya circulan por la red “denuncias” a partidos políticos que incumplen su programa o a otros que acumulan irregularidades en los ERE. Nuestra tradicional capacidad para sortear las obligaciones nos deja desnudos ante los requerimientos de Hacienda porque quién se salta un semáforo en rojo a sabiendas también es capaz de olvidar que pide reparaciones sin factura y hasta lo considera una obligación civil como si el que pagara todos los impuestos fuera un pringado detestable que solo da mal ejemplo a la sociedad, justo lo mismo que piensa Homer Simpson.
El modelo de jeta que evade impuestos tiene tirón y es muy apreciado, un tipo normal que esté al corriente de pagos y deudas es alguien que debería estar en una vitrina en el Museo de Ciencias Naturales, o si buscan una venganza en el Museo de Cera que es nuestro patíbulo nacional en el que crían polvo nuestros mejores delincuentes. Tantos años encadenados de malos ejemplos dan para mucho e impiden que la famosa regeneración se ponga en marcha. Nadie quiere ser el único con virtud si está rodeado de un entorno de depredadores mangantes que comen carne cruda con las manos.
Puede que con la delación anónima Montoro conozca el número de infractores pero tendrá que ver qué hace con ellos: si ponerles número como cuando se descubre una galaxia nueva o sortear entre ellos un premio para que el entusiasmo y la chufla no decaiga.
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